“No dejes que lo mejor que has hecho hasta ahora sea el estándar para el resto de tu vida”
Gustavus F. Swift
En las últimas semanas han caído en mis manos (y seguro que no es casualidad) dos libros con una temática muy parecida, sobre un ámbito que siempre me ha interesado: los hábitos.
Concepto sobre el que ya hemos escrito algún post en este blog.
Estos libros a los que me refiero son: “Pequeños hábitos grandes cambios” de Steven Handel y “Hábitos mínimos” de B.J.Fogg.
De la lectura de ellos, se pueden extraer ideas muy interesantes para aplicar en los procesos de cambio de las organizaciones.
No olvidemos que, como venimos defendiendo en este blog, la cultura de una organización, son la suma de los hábitos de las personas que trabajan en ella.
El ciclo de tres pasos y la gestión del cambio
Fogg, defiende el ciclo de tres pasos “señal-rutina-recompensa” como el método para modificar comportamientos.
Según su modelo B (Behaviour) = MAP, es decir, cuando convergen en el mismo momento: la motivación (M), la capacidad (A) y la inducción (P).
Ningún comportamiento se produce sin algo que lo desencadene. Share on X
Trasladando estas ideas al ámbito del cambio en las organizaciones, podemos identificar tres recomendaciones para mejorar los resultados:
- Comprobar si existe (o generar) una urgencia o desencadenante para el comportamiento.
- Verificar si tenemos las personas con las habilidades para realizar el nuevo comportamiento.
- Comprobar si estamos motivados (la organización está motivada) o la persona se siente motivada para realizar ese comportamiento.
Realmente son tres sencillas preguntas que nos tendríamos que realizar en cualquier plan de gestión del cambio, pues parece complicado que, por más que se insista en nuevas formas de trabajar, estas se lleguen a producir con eficacia, si falta alguno de estos tres elementos.
Tomar acción vs ser un adicto a la información
En este caso, es una reflexión de Handel que me ha parecido muy interesante y que aplica tanto en el nivel personal como en el empresarial.
Según el autor (100% de acuerdo) una de las trampas más grandes en el esfuerzo de superación personal, es convertirse en un “adicto a la información”.
Un adicto a la información es alguien que pasa mucho tiempo leyendo libros, mirando videos y escuchando podcasts, pero pasa poco tiempo poniendo en práctica lo que aprende.
En muchas organizaciones pasa algo parecido, mucha información, mucha asistencia a conferencias y seminarios, muchos power point, pero poca acción, en este paso podríamos, decir que son “adictos a las presentaciones”.
Tener éxito para alcanzar las metas significa aprender y actuar, incluso cuando te das cuenta de que no tienes un conocimiento completo. Share on XAdemás, al centrarte fundamentalmente en la información y no en la acción, en realidad se está limitando un aprendizaje muy valioso al ignorarse la práctica y el contraste con la realidad, en definitiva, olvidarse de la experimentación.
Los pequeños cambios son pequeñas acciones. De esta manera es como empezamos a transformar “información -> acción”, pensando en las pequeñas cosas que podemos comenzar a hacer hoy, para generar el cambio que pretendemos alcanzar y conseguir la estrategia (o transformación) que nos hemos planteado.
Si nos enfocamos con energía en algo sencillo, simple y pequeño, existe la posibilidad de alterar, desplazar o desarrollar innovaciones alrededor de objetivos más grandes y fundamentales para la organización y a medio plazo convertirse en un método idóneo para romper el statu quo.
Pero lo que no se mide no se puede mejorar
Lo decía Peter Drucker que, además añadía “No hay nada tan inútil como hacer eficientemente algo que no debería haberse hecho”.
Por lo tanto, un sencillo cuadro de indicadores resulta clave para comprobar avances y adoptar las acciones de mejora que consideremos necesarias.
Para debate: ¿Estáis de acuerdo con el ciclo del hábito?
Adolfo, magníficas reflexiones todas ellas. Siempre es un placer leerte!
Muchas gracias y un abrazo.
Muy buenas, Adolfo. Totalmente de acuerdo con tu reflexión sobre los hábitos. Recientemente estoy trabajando en este tema desde el punto de vista de la salud para varias organizaciones y me han recomendado un libro adicional a tener en cuenta: «Habitos atómicos» de James Clear.
Como siempre se ha dicho, para correr una maratón primero hay que generar el hábito de levantarse todas las mañanas y ponerse las zapatillas para entrenar.
Por eso creo que a tu reflexión le falta tener un objetivo claro y compartido por todos los involucrados, que en la mayoría de los casos no sucede.
Totalmente de acuerdo, y para los que acabamos de tener un cambio profesional grande en nuestra vida, como “salir” de la empresa en la que hemos estado más de 30 años, y estamos “calentando en la banda”, atiborrándonos de formación/información, “procastinando” el saltar a otro campo de juego nuevo para nosotros, pero en el que seguro podemos hacer un gran desempeño por todo el bagaje de experiencia atesorado durante muchos años ….debemos !!! SALTAR A LA ACCION !!!, con responsabilidad pero sin miedo, y con las eternas ganas de seguir aprendiendo y aportando valor a los demás…