“Es mejor fracasar en la autenticidad que triunfar en la imitación”
Herman Melville

Esta semana, os comparto un extracto del primer capítulo de “El valor de la autenticidad

La autenticidad en un mundo complejo se refiere a la capacidad de mantenerse fiel a uno mismo y a sus valores, a pesar de las presiones y los desafíos que impone un entorno cada vez más globalizado y conectado.

La autenticidad en un mundo complejo

Hoy podríamos decir que la complejidad determina nuestra realidad.

La autenticidad se viene definiendo como vivir según los valores y creencias propios o de la organización. En el pasado, cuando la industria era la fuerza dominante en la economía, los empleos, las carreras profesionales y las actividades empresariales eran más predecibles.

Sin embargo, hoy en día, el contexto es más complejo y surgen tentaciones en todas partes que nos pueden desviar de nuestros valores.

En este mundo cada vez más volátil e impredecible, el crecimiento se ha convertido en una obsesión para muchas empresas que se enfrentan a una serie de desafíos para mantenerse auténticas y fieles a sus valores fundamentales. La competencia feroz, los avances tecnológicos, las presiones financieras y los resultados a corto plazo, a menudo pueden hacer que las empresas pierdan de vista lo que realmente importa y se aparten de su propósito.

La aspiración de ser autentica

Aun así, hay ejemplos de empresas que han logrado mantener su autenticidad en un entorno complejo y que ha cosechado éxitos al hacerlo. Una de las claves para conseguirlo es tener una visión nítida y sólida de lo que la empresa representa. Esto implica contar con una idea clara de los valores, objetivos y principios que guían sus decesiones.

Una vez establecida esta visión, es importante que la organización tenga la capacidad de comunicarla con claridad en todo su ámbito de actuación, desde los empleados hasta los clientes, accionistas y proveedores.

La capacidad de adaptarse también es fundamental para preservar la integridad. Las empresas auténticas no son inmunes al cambio, pero son capaces de adaptarse a él sin comprometer sus valores fundamentales. Esto significa una actitud proactiva hacia éste y una mentalidad de aprendizaje constante que le permite evolucionar y mejorar.

Las empresas auténticas tienen un enfoque centrado en las personas. En lugar de tratar a los empleados y clientes como meros recursos o datos, ven a las personas como seres humanos con necesidad y deseos y buscan satisfacerlos de manera honesta y transparente. Esto implica una cultura empresarial en la que se valora la franqueza y la claridad y en la que se fomenta la toma de decisiones éticas y responsables.

Estas empresas “genuinas” son independientes de la complejidad de sus mercados y cumplen de manera consciente y consistentemente con los valores que prometen, protegen los datos de los consumidores, respetan su privacidad e interactúan con sus grupos de interés de forma transparente e integra, desarrollando comportamientos como: la comunicación abierta, el enfoque en el propósito, el compromiso con el cliente, la cultura de confianza, respeto e integridad, el aprendizaje e innovación continua o la flexibilidad y adaptación a los cambios.

Los riesgos de la autenticidad

Pero con la complejidad aparecen riesgos que pueden condicionar las buenas intenciones, siendo fácil perder de vista la identidad y ceder a la tentación de hacer o prometer lo mismo que los demás para no quedarse atrás. Esto puede llevar a las empresas a comprometer su autenticidad en favor del éxito a corto plazo.

Cuando una empresa se enfrenta a múltiple retos y presiones puede ser tentador para los líderes centrarse en las tareas inmediatas en lugar de mantener una visión de futuro. Esto suele llevar a una falta de coherencia y consistencia en la cultura y valores de la empresa, lo que indiscutiblemente te va alejando de tu esencia.

Elementos que impulsan la autenticidad

Una serie de factores, auto explicativos, resultan de gran ayuda para desarrollar con éxito la complejidad en las organizaciones en el actual contexto de complejidad

elementos autenticidad

La complejidad te puede llevar a la mediocridad al dispersar esfuerzos y perder enfoque. La clave para superarla es la autenticidad: ser fiel a los valores y misión de la empresa, simplificando procesos y enfocándose en lo que realmente importa. Solo así se puede avanzar hacia la excelencia y destacarse en el mercado.

Por si te animas, aquí tienes El valor de la autenticidad en preventa

Foto inspirada en www.victgoriglesias.com

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *