“No debemos temer a lo nuevo. Debemos tener la curiosidad de abrazarlo”

Marie Curie

Creo que todos estaremos de acuerdo, que la inteligencia artificial (IA) se está consolidando como una de las innovaciones más prometedoras y transformadoras, incluso muchos opinan (me encuentro en ellos) que tendrá en nuestras vidas un impacto, como mínimo, similar a internet y los smartphone.

Desde asistentes virtuales hasta sistemas avanzados de diagnóstico médico, pasando por la generación de contenidos, la IA se presenta en innumerables aplicaciones que impactan nuestra vida diaria a nivel personal y profesional. 

Esto nos lleva inevitablemente a una decisión… ¿Nos aproximamos a la IA como una aliada a una enemiga?

Tres posibles posiciones con respecto a la Inteligencia Artificial

Para algunos puede parecer una decisión irrelevante, pero no lo es y veo (como en casi todas las decisiones de cambios) tres posibles posiciones:

  • Resistencia: Se produce en aquellos que se muestran escépticos o temerosos de la IA. Esto puede deberse a preocupaciones sobre la privacidad, la pérdida de empleo debido a la automatización, el miedo al «control» de las máquinas o simplemente a una aversión general hacia los cambios tecnológicos rápidos.
    Esta resistencia puede ser el resultado de desinformación, malas experiencias previas con la tecnología o simplemente una postura conservadora ante la innovación.
    Una actitud típica de la mediocridad.
  • Indiferencia: Esta postura es adoptada por quienes no muestran un interés particular en la IA, ya sea porque no ven (en la mayoría de los casos no quieren verlo) su relevancia en su vida cotidiana o porque simplemente no están informados sobre sus aplicaciones y potencial.
    Pueden usar herramientas y sistemas basados en IA en su vida diaria (como motores de búsqueda, asistentes virtuales o recomendaciones en plataformas), pero sin una comprensión o interés activo en cómo funciona la tecnología detrás de ellas, ni, lo que es más importante, cómo pueden aprovechar . todas las oportunidades que ofrece.
    Otro enfoque manifiestamente mediocre.
  • Adopción activa: Aquellos que vemos el potencial de la IA y buscamos integrarla en diferentes aspectos de nuestras vidas, ya sea personal o profesionalmente.
    Esta postura se caracteriza por una apertura hacia la innovación y un deseo de aprovechar las ventajas que la IA puede ofrecer.
    Estas personas nos preocupamos en estar informados sobre sus avances, sus beneficios y limitaciones y buscamos maneras de entenderla e incorporarla para mejorar procesos, resolver problemas o simplemente enriquecer nuestras vidas.

Tanto la resistencia como la indiferencia, te llevan a dejar la IA en manos del libre albedrio, que como suelo comentar es muy emocionante, pero tremendamente peligroso por sus potenciales resultados no deseados, como habitualmente ocurre.

Seguramente, como dice Mariano Sigman «Veremos una coexistencia de perezosos sedentarios con creativos que usarán la IA para llegar a lugares nuevos»

No tengo duda que la mejor manera de abordar la IA es tratar de entenderla y a partir de ahí aplicarla de acuerdo con nuestros principios, necesidades e intereses. Clic para tuitear

No es necesario ser un especialista, como no lo es serlo del resto de tecnologías que nos facilitan nuestra actividad cotidiana, pero en este caso, si me parece inteligente y necesario investigar un poco más sobre sus características, aplicaciones y potenciales oportunidades.

Hoy las opciones para hacerlo son prácticamente infinitas y posiblemente la cuestión más relevante sea que opciones (artículos, conferencias, libros, cursos o en el nivel empresarial especialista) son las que elijen, pues desafortunadamente hay demasiada basura circulando por la Red.

Acceder a espacios de reconocido prestigio, especialmente al principio cuando estamos formando criterio se presenta como la mejor opción.

En cualquier caso, la estrategia que adoptemos con respecto a esta tecnología puede marcar nuestro futuro a nivel profesional, así como el de muchas organizaciones.

Pero también es verdad que surge una segunda reflexión ¿Cuándo se redactará una declaración de desarrollo de la IA? ¿En qué consistirá? ¿Quién lo diseñará?

Para esto, si que no tengo respuesta, pero si una postura clara de insistir en su absoluta necesidad por aquello del libre albedrio y para evitar el descontrol que se empieza a vislumbrar.

Os comparto algunos libros que me han parecido interesantes para ir avanzando en el entendimiento de esta gran disrupción del siglo XXI.

«Inteligencia artificial: Lo que todos debemos saber», de Jerry Kaplan

«Inteligencia artificial (¿qué sabemos de?)», de Ramón López de Mántaras 

«Vida 3.0», de Max Tegmark

«Genius Makers», de Metz Cade

«Inteligencia artificial (una historia ilustrada)», de Pickover Clifforda

Como veis, yo me he decantado claramente. ¿Y para vosotros? ¿Aliada o enemiga? Os animo a compartir vuestra posición.

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *