“La soberbia es el arma del ignorante y la debilidad del sabio”.

Paulo Coelho

 

En mi última visita a Valladolid, tuve la oportunidad de mantener con Carlos Muñoz CEO de Divisa IT y buen amigo, un nuevo debate sobre el impacto de las tecnologías en los negocios y la sociedad, práctica que solemos hacer siempre que tenemos oportunidad. 

En el transcurso de la charla, me preguntó: ¿Adolfo, crees que estábamos preparados para la soberbia de la Inteligencia Artificial? 

Las personas, en general, llevamos muy mal la soberbia y la combatimos o por lo menos lo intentamos, pero que pasará cuando en el otro lado sea imposible el cambio de postura.

No tenía, ni tengo la respuesta, pero si me ha generado el suficiente interés para reflexionar sobre ello y compartirlo en este post.

Según la RAE, soberbia es el “sentimiento de superioridad frente a los demás que provoca un trato distante o despreciativo hacia ellos”.

Evidentemente en este caso, estamos hablando del sentimiento de inferioridad frente al trato distante y de superioridad de la IA hacia nosotros.

De momento, espero que por mucho tiempo, el sentimiento nos lo reservamos para nosotros.

¿No os parece, que de alguna manera esta situación ya se está produciendo en nuestras relaciones con los chatbot´s, los cuales  nos llevan habitualmente a situaciones de desesperación ante la imposibilidad de un dialogo mínimamente inteligente o por lo menos coherente?

Para Slavoj Žižek, filósofo esloveno, psicoanalista y director internacional del Instituto Birkbeck de Humanidades de la Universidad de Londres:

“El problema con los nuevos chatbot no es solo que a menudo son estúpidos e ingenuos; es que no son lo suficientemente estúpidos o ingenuos para captar los matices, las ironías y las reveladoras contradicciones que constituyen la cultura y la comunicación humana. Peor aún, al confiar en ellos, corremos el riesgo de sucumbir a la misma estupidez”.

Como mínimo se nos abren dos frentes:

Relaciones de los trabajadores con la IA

Si gran parte de la conversación sobre inteligencia artificial en los últimos años se ha centrado en la amenaza que representa para el empleo, sin duda preocupante y de alto impacto, hay otro debate en el que se la ve de manera más positiva cuando vemos la combinación de capacidades de la inteligencia humana y la inteligencia artificial.

James Wilson, coautor de Human + Machine: Reimaginando el trabajo en la era de la IA, en una entrevista para la Harvard Business Review manifestó: “estamos viendo que las empresas que se enfocan en la imaginación y la reimaginación, pueden hacer mucho más y hacer las cosas de manera diferente (y generan más valor), que las empresas que solo se enfocan en automatizar las viejas formas de trabajar.

Este es un tema muy interesante porque un buen número de organizaciones está limitando su transformación a la reducción de costes mediante la automatización de procesos, en lugar de visualizar también la oportunidad de innovar en su cadena de valor y experiencia de los clientes.

En cualquier caso, a nivel personal:

La oportunidad de crecer y desarrollar nuestra actividad con “capacidades aumentadas” la tenemos a nuestra disposición. Clic para tuitear

Este es un ámbito en el que la soberbia de la IA se convierte en humildad poniéndose a nuestra disposición.

Relaciones de los clientes con la Inteligencia Artificial

Es una dimensión en la  que la preocupación por la experiencia del cliente requiere nuestra máxima inteligencia.

Las malas experiencias, que todos conocemos (y sufrimos), son situaciones que no se pueden permitir las compañías. Me refiero a temas como:

  • Respuestas automatizadas impersonales
    Abuso de las respuestas predefinidas que carecen de empatía y personalización.
  • Falta de flexibilidad y adaptabilidad
    Las respuestas en general no pueden adaptarse a situaciones específicas o solicitudes fuera de su programación. Lo cual genera frustración por parte de los clientes
  • Falta de transparencia en las respuestas o toma de decisiones
    La opacidad en los procesos de la IA puede generar la percepción de que la IA actúa de manera autónoma y sesgada, sin tener en cuenta las necesidades y preferencias del cliente.

Si lo tratamos en las empresas como un proceso más de atención o gestión de clientes, nos vamos a equivocar.

Entender tanto las posibilidades de la IA como el impacto de su implementación en los procesos de negocio, debería ser una prioridad en la estrategia comercial de las empresas. Clic para tuitear

Es habitual, lo oigo a diario, ejecutivos manifestado que no es para tanto, y que llevan tiempo utilizando la IA, pero creo que estamos en el tránsito de la experimentación a la adopción, y el cambio en todos los niveles (empresarial y social) va a ser de gran impacto.

Evitar tanto esa “soberbia”, como lograr una IA ética y que nos ayude en nuestro crecimiento, se ha convertido en uno de los retos del siglo XXI, tanto para los Gobiernos e Instituciones, que deberán definir políticas y directivas que la “gestionen” por el camino correcto, como de las empresas que deberán, más allá de la regulación, priorizar su uso ético y responsable.

 Pero también es nuestra responsabilidad como ciudadanos que tendremos que poner en valor nuestro sentido común, para entenderla y utilizarla en mejorar nuestras capacidades y nuestra calidad de vida.

¿Qué os parece? ¿Puede ser soberbia la Inteligencia Artificial? ¿En su caso, estamos preparados para estas situaciones?

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3 comentarios de “¿Estamos preparados para la «soberbia» de la Inteligencia Artificial?

  1. EDUARDO Briseño Arch dice:

    A la IA LA DEBEMOS DE VER CÓMO HERRAMIENTA NO COMO SUSTITUCIÓN Y TENER CUIDADO DE aplicar la cultura y comunicación humana para evitar caer en la soberbia.

    • Javier Castellano dice:

      La creatividad no creo que sea reemplaza por la IA. El resultado de la creatividad no es consecuencia de pensar mucho y muy rápido, que es lo que hacen las máquinas. Es ver o hacer donde no hay.

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