“Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro”

Emily Dickinson

Siempre es una gran alegría cuando recibes la comunicación de la Editorial del envío a imprenta de una nueva edición de tu libro.

Cuando eres un convencido de que compartir es buena idea, estas noticias son sumamente gratificantes y te animan a seguir.

Las ideas de ‘Digitalízate o desaparece’ siguen estando plenamente vigentes al tratarse, más de un modelo de transformación para las organizaciones, que de un trabajo con contenidos de actualidad.

Es un trabajo que muestra una hoja de ruta para la transformación de las empresas. Desde la necesidad de conocer la nueva realidad, hasta la adopción de las nuevas formas de trabajar y relacionarse con los clientes.

transformacion organizaciones

Entender la nueva realidad
Los cambios se siguen produciendo a gran velocidad, y la actual pandemia, como estamos comprobando, no ha hecho otra cosa que acelerarlos.

Según distintos estudios, hemos avanzado en pocos meses más de tres años en la adopción de algunos elementos de la digitalización.

La convergencia de las tecnologías exponenciales sigue acelerando la disrupción de los modelos de negocio y, por lo tanto, el cambio de nuestros comportamientos como ciudadanos y consumidores.

Entender esta nueva realidad por parte de las empresas es un aspecto fundamental para afrontar con garantías las nuevas condiciones de la economía en esta era digital.

Revisar la estrategia
La cuestión es: ¿Es posible mantener la misma estrategia?

La respuesta parece evidente, pero aunque la respuesta sea afirmativa, lo que es incuestionable es la necesidad de revisarla.

Por lo tanto, aunque la decisión final sea apalancarse en la estrategia actual, los ejecutivos de la organización tendrán que analizar el impacto del nuevo contexto en su negocio, para poder tomar su decisión desde el conocimiento y no desde la ignorancia.

En caso de optar por lo lógico, la evolución, se abren tres alternativas:

▪ Ampliar la magnitud de la empresa en otros mercados o canales.
▪ Desarrollar nuevos productos o servicios
▪ Reinventar el modelo de negocio

Tres potenciales opciones a desarrollar individualmente o en conjunto.

Diagnóstico
Decidido el “puerto de destino”, el siguiente paso en la hoja de ruta es conocer cuál es la situación, tanto desde el punto de vista de las dificultades del camino como desde el conocimiento de nuestras fortalezas y debilidades.

Algunas organizaciones realizan este paso antes de la reflexión estratégica y puede tener sentido, pero la experiencia nos indica que en muchos casos se convierte en un factor restrictivo de la deseable ambición estratégica.

El diagnostico, como la transformación, tienen que ser global y afecta a todas las dimensiones importantes de la organización, desde la cultura hasta la innovación.

Plan de transformación
Decidido el destino y conocida la localización actual, el siguiente paso es definir y planificar el viaje: el plan de transformación.

Por lo tanto, antes de empezar a invertir en la tecnología más deslumbrante o llenar las paredes de “post-it”, es conveniente definir con rigor el plan que nos llevará a cumplir los objetivos de la estrategia.

Actualmente, la transformación solo puede ser de una manera, (no creo que pueda ser de otra) INTEGRAL.

Es decir, afecta, como comentábamos en el diagnóstico, a toda la organización e implica una revisión de todas sus dimensiones: cultura, oferta de valor, modelo organizativo, talento, tecnología, procesos e innovación.

El resultado final de esta etapa, es identificar los proyectos a desarrollar para generar en la compañía el cambio necesario, para competir con éxito en el mercado.

Ejecutar
¿Cuántos “power point” con excelentes planes de transformación están paralizados en las mesas de los directivos?

Hoy existe un consenso bastante extendido que el 70% de los fracasos en los procesos de transformación son consecuencia de la mala ejecución de los mismos.

Tres aspectos parecen los determinantes:

▪ Planificación insuficiente
▪ Deficiente seguimiento a lo largo del proceso
▪ Falta de liderazgo

Posiblemente esta última sea la más relevante y está relacionada directamente con la falta de valentía para romper con el “statu quo”.

“En el mundo de los “ppt” todo es posible, pero pasar a la acción es otra historia”.

Consolidar el cambio
En general, las organizaciones consideran, erróneamente, finalizado el proceso cuando han implantado el nuevo sistema en la organización sin asegurarse que se ha incorporado en los hábitos de la misma.

Como muy bien explica Kotter en “Liderando el cambio”, anclar el cambio en la cultura de la empresa, es el último paso de la gestión del cambio en las organizaciones.

El cambio se tiene que ver en todos los aspectos de la organización, como el único camino para rentabilizar la inversión y trasladar todos los esfuerzos a la experiencia de los clientes.

Como veis, este breve resumen de ‘Digitalízate o desaparece’ son conceptos de plena actualidad, que comparten algunas claves para ayudar a las organizaciones en sus procesos de transformación.

Muchas gracias por hacer posible esta 9ª Edición. Seguiremos compartiendo e impulsando el cambio con la ilusión, por qué no decirlo, de la 10ª.

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9 comentarios de “El reto de la 10ª

  1. Benigno Rodriguez dice:

    Gracias Adolfo

    Por la información que comparte y si que le veo mucho sentido y lo más difícil después de la ppt es la ejecución y ahí nos gustaría que nos compartiera sobre los elementos fundamentales para la gestión de todo proceso .
    Gracias

    • Adolfo Ramirez dice:

      Benigno, gracias por participar en el blog.
      En respuesta a tu pregunta, como habrás visto en el post se propone una hoja de ruta para la transformación de las organizaciones que lógicamente se desarrolla en Digitalízate o desaparece.
      La clave, en cualquier caso, es el rigor en el desarrollo de las distintas etapas.

  2. Maite López-Linares dice:

    Muchas gracias Adolfo por compartir tu visión & experiencia para la transformación de las organizaciones. No puedo estar más de acuerdo contigo, saber dónde quiero llegar, hoja de ruta, integral, definir KPIs que permitan medir y adoptar las medidas necesarias para seguir la hoja de ruta, conseguir los objetivos y dando respuesta a nuevos retos que puedan surgir en el camino. En mi opinión donde he encontrado mayor dificultades en las organizaciones, es en la falta de liderazgo, vital para romper el status quo, así como en la incapacidad de hacer que todos los niveles se sientan parte del cambio, no primando intereses individuales. Enhorabuena Adolfo!!

  3. Carlos Muñoz dice:

    Adolfo, no hay mucho que decir frente a una décima edición, solo que enhorabuena!!

    Y pensando en tus palabras de cambio…, y por intentar aportar algo, comento:

    Todo cambio implica asumir un riesgo, y cuanto más profundo y dispar con el “statu quo” sea el cambio, mayor será el riesgo, ir por delante conlleva mayor temor y exposición al fracaso, aunque los intrépidos siempre han tenido su recompensa, – bien es verdad que muchos post-mortem-.

    Liderar el cambio implica quedarse sin parte del equipo, combatir a los inmovilistas y conciliarse en soledad con uno mismo, para asumir así los nuevos principios, entendiendo que la contradicción para unos debe de entenderse como evolución para otros.

    Esto no es nuevo, desde el principio de los tiempos estamos sometidos a la adaptación mediante la evolución si queremos subsistir, pero ahora hay una gran diferencia, y la primera máxima a entender es que apenas hay tiempo para adaptarse, en nuestra nueva vida digital un año puede equivaler a un eón.

    Y termino con la anécdota de John Maynard Keynes, “Cuando los hechos cambian, yo cambio de opinión. Y ¿usted qué hace?”

    Gracias, enhorabuena, y espero celebrar tu primer once.

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