“Cualquiera que para de aprender se hace viejo, tanto si tiene 20 como 80 años. Cualquiera que sigue aprendiendo permanece joven. Esta es la grandeza de la vida”.
Henry Ford.
Mi colaboración en El Español
A continuación, resumo algunas de las cuestiones que me plantearon en la entrevista.
Aprendizaje continuo ¿Motivación u obligación?
Ni motivación ni obligación, es cuestión de supervivencia. El aprendizaje continuo se ha convertido en un factor crítico de la era digital, en la que los cambios tienen un gran impacto y se producen a gran velocidad. Aprender a desaprender, no sólo para aprender más rápido, sino para abandonar perspectivas anticuadas y tradiciones sin sentido, es una habilidad imprescindible para los líderes del siglo XXI.
Posiblemente sea el antídoto más poderoso para luchar contra el statu quo reinante en las organizaciones.
¿Digitalízate o desaparece ? ¿Una advertencia o una recomendación? ¿Cuál es el papel de las Escuela de Negocios?
Una recomendación. Más allá de los programas y masters, creo que el gran reto de las escuelas de negocio es crear un modelo que realmente facilite ese aprendizaje continuo como formación. Parece un tema evidente, rentable y no excesivamente complicado, pero en mi opinión, basada en mi experiencia en tres escuelas de negocio y compartida por un gran número de profesionales, es que los modelos actuales son incompletos, poco sistemáticos y heredados de la era analógica. Me parece que aplicar el modelo de suscripción al aprendizaje continuo, es algo que tiene mucho sentido. Y por supuesto, avanzar hacia formatos flexibles, con vocación práctica y énfasis en el desarrollo de habilidades de liderazgo, decisión y digitales.
¿Cómo saber que se ha elegido el camino formativo correcto?
Porque estás motivado y entusiasmado con lo que estás aprendiendo, siempre te parece poco. Investigas y quieres aprender mucho más de lo que se considera razonable. Cuando la formación se convierte en una obligación deberíamos pensar que hay algo que no funciona, revisarlo y cambiarlo. Me parece un error malgastar el tiempo en algo que no te aporta valor porque, aunque la materia que estés estudiando sea relevante, sin interés, el valor es tendente a cero.
¿Hacia dónde se debería orientar esa formación continua por parte de las Escuelas?
Como he citado anteriormente, hacia un modelo de suscripción personalizada que garantice a los directivos su capacitación permanente. Lo importante es verlo desde el punto de vista del cliente, en este caso, del alumno, y no desde la visión de la escuela de negocio y sus profesores, por muy buenos que sean, que lo son. Habitualmente recibo programas de continuidad o de antiguos alumnos de varias escuelas de negocio en las que he realizado algún programa. A pesar de ser temas interesantes, en la mayoría de las ocasiones no encajan con mis necesidades (y desarrollo), por lo que prefiero otras alternativas.
Es curioso porque prácticamente todas las escuelas desarrollan Programas sobre la importancia de los datos y cómo convertirse en “Data Driven Companies”, pero luego son muy pocas las que lo aplican bien en su modelo de gestión.
La Covid-19 ha acelerado el cambio del sistema educativo en general y eso está teniendo un gran impacto en el modelo de las escuelas de negocio. Combinar clases y prácticas presenciales con virtuales, es parte de la nueva normalidad. Pero no se trata de convertir lo presencial en digital, como ha ocurrido en muchos casos durante los meses de confinamiento, se trata de reinventar el modelo. Muchos Programas y Escuelas que fundamentaban su modelo en campus y networking, tienen que evolucionar su estrategia con rapidez para no perder su marca y sus estudiantes. Aquí se aplica con bastante claridad el digitalízate o desaparece.
Alvin Toffler lo decía con bastante claridad “Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer ni escribir, sino aquellos que no puedan aprender, desaprender y reaprender”.
Te animo a compartir tus reflexiones.
Uno de los artículos más contundentes que he leído de Adolfo. Fuerte no sólo por la categoría con que se detalla el problema de la educación actual, sino que, si no se resuelve, podría ralentizar la adopción de la TD o incluso estorbarla. El gran desafío para las escuelas de negocios es, por lo tanto, la transferencia de la experiencia empresarial hacia la formación, y su integración modelos pedagógicos que permitan validar los conocimientos en el ámbito laboral. Es decir, al final, se trata de un movimiento donde empresas y escuelas de negocios se retroalimentan mutuamente. ¡Muchas gracias Adolfo!
Muy buena reflexión Alex.
Gracias por participar en el blog.