“La imaginación es el fundamento de todo lo que es único y distintivo de los seres humanos”
Ken Robinson
Todos nacemos con extraordinarias capacidades de imaginación e intuición. En la mayoría de los casos solo utilizamos una fracción de estas facultades y, a veces ninguna. Al crecer, vamos olvidándonos de ellas para ser iguales que los demás. Sin embargo, siguen estando dentro de nosotros.
Cuando disfrutamos haciendo aquello que más nos apasiona, el tiempo transcurre de manera distinta y desarrollamos toda nuestra creatividad. Nos sumergimos en El Elemento de Ken Robinson, el lugar donde hacemos aquello que realmente queremos hacer y donde somos quienes siempre hemos querido ser.
Nunca harás nada original si no estás preparado para equivocarte
Es fundamental tener plena conciencia de que el cambio es posible, y que equivocarse es parte del proceso de crecimiento.
El Elemento tiene dos características principales: la capacidad y la vocación. Y dos condiciones para estar en el: actitud y oportunidad.
- La capacidad: Capacidad es la facilidad natural para hacer una cosa; es una percepción intuitiva o una comprensión de qué es algo, cómo funciona y cómo utilizarlo. Significa entenderlo.
- La vocación: es apasionarte. Las personas que están en su Elemento encuentran gran placer en lo que hacen.
- La actitud: es la forma con la que abordamos las distintas situaciones.
- La oportunidad: es la actitud de estar atentos para valorar y aprovechar las oportunidades, o ir a buscarlas si nos apasionan.
Uno de los enemigos de la creatividad y la innovación es el sentido común
El dramaturgo Berrolt Brecht dijo que “cuando algo nos parece lo más evidente del mundo no hacemos ningún esfuerzo por entenderlo” … ni por desarrollarlo o superarlo.
La innovación implica retar al sentido común. El primer paso es cuestionar las “limitaciones” que, en todos los ámbitos, damos por sentadas.
La imaginación es el fundamento de todo lo que es único y distinto de los seres humanos”
Según Ken Robinson, la creatividad es el proceso de tener ideas originales de gran valor. Pero para ser creativos hay que ser eminentemente activos, hay que aprender a hacer conexiones (la creatividad es conectar cosas, decía Steve Jobs), cualidades que no posee la inteligencia, que es más reflexiva y menos perceptible a los sentidos.
La creatividad es la imaginación aplicada
La creatividad va un paso más allá de la imaginación, porque exige que hagas algo en vez de estar tumbado pensando en ello. Es un proceso enfocado a la práctica de hacer algo innovador.
Normalmente, las personas que utilizan la creatividad en el trabajo tienen algo en común: aman el medio en el que trabajan.
Encontrar el medio que estimula tu imaginación, con el que te encanta jugar y trabajar, es un paso decisivo para liberar tu energía creativa.
El pensamiento creativo implica mucho más que los tipos de pensamiento lógico y lineal dominantes en occidente. Ser creativo consiste en hacer nuevas conexiones, de modo que podamos ver las cosas desde nuevos puntos de vista y desde diferentes perspectivas.
Los grandes equipos creativos son heterogéneos. Están compuestos por personas con habilidades diferentes, pero complementarias entre sí
Aunque la naturaleza dinámica del pensamiento creativo se puede apreciar en la obra de una persona, resulta más evidente cuando se observa el trabajo magnífico de equipos creativos.
De esta forma, la creatividad no solo se obtiene a partir de nuestros recursos personales sino también del mundo más amplio de las ideas y los valores de otras personas.
Para William James, uno de los fundadores de la psicología moderna, “El mayor descubrimiento de mi generación es que los seres humanos pueden alterar su vida modificando su disposición de ánimo … Si cambias tu forma de pensar, puedes cambiar tu vida”.
Lo que determina nuestra vida no es lo que nos pasa sino lo que hacemos con lo que sucede.
Quizá la actitud más importante para sembrar la buena suerte, es tener un fuerte sentido de la perseverancia
La suerte se basa en maximizar las oportunidades y actuar en consecuencia a estas. Ser bueno en algo es imprescindible para encontrar el Elemento, pero no es suficiente. También es necesaria la actitud. Y ahí es donde entra en juego la suerte.
Como dice Trías de Bes “Tu eres la causa de tu buena suerte”.
Anthony Robbins en su libro “Nadie nace con suerte” explica un estudio que llevó a cabo para identificar las características comunes de las personas “afortunadas” vs “desafortunadas”, eran estas cuatro:
- Son expertas en crear, fijarse y actuar de acuerdo con esas oportunidades cuando surgen.
- Suelen ser muy efectivas a la hora de prestar atención a su intuición y de realizar trabajos concebidos para estimular habilidades intuitivas.
- Las personas con suerte esperan serlo, crean una serie de profecías de autorrealización porque se internan en el mundo previendo un resultado positivo.
- Su actitud les permite convertir la mala suerte en buena. No consienten que la mala suerte las doblegue, y se mueven con rapidez para tomar el control de la situación cuando la cosa no les va bien.
Lo extraordinario sucede cuando salimos de nuestra rutina, reconsideramos nuestra trayectoria y recuperamos nuestras pasiones. ¡Nunca es demasiado tarde para intentarlo …. para conseguirlo!
Sir Ken Robinson – 4 marzo 1950 – 21 agosto 2020.