Y sin darnos cuenta (o tal vez sí) ya estamos de lleno en la “nueva normalidad”.
Ahora parece el momento adecuado de preguntarse, a nivel individual, ¿qué hemos aprendido durante el confinamiento? y ¿cómo lo vamos a aprovechar?
«Sólo una cosa es más dolorosa que aprender de la experiencia, y es, no aprender de la experiencia»
Laurence Johnston Peter
A nivel empresa, la cuestión es ¿cómo cambiará el negocio?, ¿cómo han cambiado los hábitos de nuestros clientes?, ¿qué nuevos competidores han aparecido o pueden aparecer?, y posiblemente la más importante de todas ¿es adecuada nuestra estrategia actual para la nueva etapa?
Es el momento, en todos los ámbitos (personal, profesional y empresarial) para la reflexión, el aprendizaje y el crecimiento.
La actitud, una vez más, con la que nos enfrentemos a estos “nuevos tiempos” va a ser el factor determinante que marcará nuestro futuro, a título personal y el de un gran número de empresas y negocios.
¿Qué hemos aprendido?
De todas las situaciones, incluso de una trágica crisis como la actual, se pueden sacar experiencias, que por el coste que han tenido sería imperdonable desaprovecharlas.
Así hemos aprendido:
- Que el teletrabajo es posible
Y que era una herramienta infrautilizada, pero que bien diseñada y combinada con la presencia física, en lo que podríamos denominar como un modelo híbrido, se convertirá en la forma de trabajar prioritaria de esta nueva normalidad, porque tiene (insisto bien definida) unos beneficios evidentes como: la productividad, la conciliación, la eficiencia, el compromiso, la sostenibilidad, etc.).
En las organizaciones se ha materializado en un compromiso compartido y colaborativo para sacar la actividad adelante, tomando decisiones y superando obstáculos
Una forma de actuar que se tendría que convertir en un hábito de la cultura de las empresas e instituciones en esta nueva etapa, que elimine burocracia, estructuras y reuniones innecesarias y otorgue un mayor empoderamiento a los profesionales de nivel.
- A cultivar la paciencia
En la cultura del ‘one click’ ha sido uno de los retos que ha planteado la crisis del coronavirus y que ahora, en la desescalada, tenemos que conservar más que nunca para evitar situaciones de riesgo innecesarios.
- La importancia de la información veraz
Aprender a identificar las fuentes correctas es un ejercicio intenso que hasta ahora, para muchos pasaba desapercibido y que la crisis ha puesto de máxima actualidad pasando a ser una de nuestras prioridades.
- A tener más conciencia sobre la naturaleza
Hemos visto que, cuando el ser humano no la agrede, ésta recupera su verdadero esplendor. Ahora sabemos que es posible y que algunas medidas requieren una actuación inmediata.
- Que la tecnología es nuestra aliada
Y nos ha permitido estar informados, comunicarnos, trabajar, comprar, jugar … y hasta celebrar nuestros cumpleaños.
¿Listos para crecer en la nueva normalidad?
Ahora el reto es abrir nuestra mente, salir de nuestras zonas de confort y aprovechar estas buenas lecciones.
En el ámbito individual:
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- Adaptándonos con rapidez a la nueva situación.
- Cuestionandonos nuestro propósito. Tal vez nos quedemos con el mismo, pero es una ocasión idónea para revisarlo y, quien sabe, si actualizarlo.
- Siendo creativos, pensando en nuevas ideas, escenarios y diversiones. Con el ánimo de experimentar.
- Apoyando a las personas o empresas que más les está costando adoptar los cambios.
En el ámbito empresarial:
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- Es difícil predecir el nuevo escenario ante estos cambios constantes y ante un contexto VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) renovado, pero en cualquier caso lo que parece evidente es que las empresas tendrán que cuestionarse su funcionamiento para convertirse en organizaciones más transparentes, eficientes, ágiles y flexibles. Nuevamente tendrán que situar al cliente (al nuevo cliente) en el centro de su visión de negocio para identificar nuevas oportunidades y redefinir la estrategia en función de sus nuevas necesidades y expectativas.
En el contexto de España:
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- El crecimiento tendrá que comenzar por la recuperación económica y social en línea con el reciente Manifiesto APD por la Recuperación Económica y Social de España que ha publicado la Asociación y que recoge en diez puntos, las acciones básicas para abordar con garantías la salida de esta crisis en nuestro país. La colaboración público-privada, aparece como el primer punto de este Manifiesto, cuyo propósito es promover la acción y sacar lo mejor de nosotros mismos como sociedad civil, contribuyendo en la búsqueda de respuestas y soluciones que permitan una recuperación sólida, sostenible e integradora.
¡Todo un desafío!
Ahora el primer pensamiento y también la primera prioridad estará centrada en la recuperación, pero es vital abordar este proceso de descomprensión con un espíritu de mejora que nos ayude a eliminar los malos vicios del pasado y nos sitúe en una senda de progreso y crecimiento.
Te animo a participar y compartir otras lecciones aprendidas.
Hola de nuevo Adolfo. Preguntas por lecciones aprendidas, o quizás por acabar de aprender después de esta experiencia única en muchas generaciones. Te comento algunas reflexiones de mi día a día:
Cuidado con la extensión de los horarios «sine die» por el hecho de estar en casa conectados 24×7 y a un solo «clik». Podríamos volver a los errores de la presencialidad extrema, aunque sea desde casa y a través de la Red.
Importante asumir para los sectores del B2C, que se enfrentan a un «nuevo» cliente, mucho mas difícil de «fidelizar». A espabilar o a sufrir las consecuencias.
Miedo me da está cultura del subsidio (recibir aunque sea poco, pero a cambio de NADA), que nuestra clase política intenta implantar cómo solución mas o menos permanente. No va a ayudar precisamente al crecimiento rápido que necesitamos. Y si además parte del gobierno actual «demoniza» todo lo que sea «privado», pues nos hará retrasar en esta salida tan ansiada por la mayoría.
Un abrazo.
Gracias Fernando, buena reflexión (y espero que no tendencia) la del presencialismo online.
Me la apunto… tal vez para un próximo post.
[…] algunos aprendizajes que, si no los aplicáramos en el futuro, dejarían patente nuestra […]