Simplifica tu vida. Se auténtico

“La autenticidad es la alineación de la cabeza, la boca, el corazón y los pies (pensar, decir, sentir y hacer lo mismo) de manera consciente”
Simon Sinek

Un comentario de Luis Mateos Keim a mi publicación de la semana pasada me ha llevado a reflexionar sobre los beneficios que la autenticidad aporta al simplificarnos la vida, tanto en el ámbito personal como en el empresarial.

En el ámbito personal

En nuestra vida personal ser auténtico (aunque necesita poca explicación) significa vivir de acuerdo con nuestros valores, creencias y emociones. Cuando somos verdaderos con nosotros mismos, no necesitamos recordar las mentiras o verdades a medias que podríamos hacer dicho en el pasado. Lo cual libera una cantidad significativa de espacio mental que podemos dedicar a otros aspectos de mayor valor.

Deben ser tremendos los escenarios donde cada interacción requiere un esfuerzo consciente para recordar lo que se ha dicho anteriormente, para ser coherente en la incoherencia. Una constante vigilancia que seguramente resultará agotadora y estresante. En contraste, cuando somos auténticos, nuestras palabras y acciones fluyen naturalmente de nuestras creencias y sentimientos reales. Este flujo natural no solo es menos demandante, sino que también nos permite conectar de manera más profunda y significativa en nuestras relaciones.

En el ámbito empresarial

Lógicamente, las organizaciones y líderes que practican la autenticidad establecen un entorno de confianza y transparencia que no solo simplifica y fortalece la gestión, sino que también fomenta una cultura de colaboración y compromiso. Este nivel de confianza libera a los profesionales del miedo y la incertidumbre, permitiéndoles centrarse en su trabajo y en la innovación.

Un líder auténtico no necesita recordar cada declaración cuidadosamente elaborada porque sus palabras y acciones son coherentes con sus valores y objetivos reales. Esto no solo simplifica la gestión y la comunicación, sino que también construye una cultura organizacional sólida y coherente.

Simplificando la toma de decisiones y resolución de conflictos

Tanto en el contexto personal como en el empresarial la toma de decisiones basada en valores y principios genuinos no solo simplifica el proceso, sino que también garantiza que las decisiones sean coherentes y bien fundamentadas.

Cuando somos auténticos, nuestras decisiones reflejan quiénes somos y lo que realmente queremos. Esto reduce la ambigüedad y el conflicto interno, permitiendo una acción más decisiva y efectiva. En el ámbito empresarial, un líder auténtico puede tomar decisiones difíciles con mayor claridad y confianza, sabiendo que están alineadas con la misión y los valores de la organización.

La autenticidad también juega un papel importante en la resolución de conflictos. Cuando las partes involucradas son sinceras y transparentes sobre sus intereses y preocupaciones (algo poco habitual especialmente en estos procesos), es más fácil encontrar soluciones mutuamente beneficiosas. La falta de autenticidad lleva irremediablemente a malentendidos y a conflictos prolongados.

Liberando espacio para lo que importa

La autenticidad, en última instancia, libera espacio para lo que realmente importa y en lugar de gastar energía mental y emocional en mantener apariencias o en recordar inconsistencias, podemos centrarnos en nuestros verdaderos objetivos y pasiones. Una “liberación” que nos permite ser más productivos, creativos y, porque no decirlo, felices.

En el ámbito personal, esto puede significar dedicar más tiempo a nuestras relaciones, hobbies y crecimiento personal. En el ámbito empresarial, se traducirá en una mayor eficiencia, innovación y crecimiento sostenible en el tiempo.

En definitiva, podríamos decir que ser auténtico, además de todos sus beneficios intrínsecos, se convierte en una herramienta poderosa que simplifica nuestras vidas y mejora nuestras relaciones.

En el libro “El valor de la autenticidad” que acabo de publicar, encontrarás más desarrollo y reflexiones sobre este contenido.