“La inteligencia es la habilidad de adaptarse a los cambios y la tecnología es una de las formas más potentes de cambio”
Stephen Hawking
Que las nuevas tecnologías y en especial la inteligencia artificial son herramientas que nos ayudan a desarrollar nuestras capacidades es un tema en debate, que, en mi opinión, solo puede tener sentido en sus ámbitos ético o laboral, por su efecto en los puestos de trabajo, pero que tiene escasa discusión en términos de su aportación de valor en términos de productividad y aprendizaje, tanto a nivel individual como profesional.
Se aceleran los cambios
En ambos ámbitos, individual y profesional, el impacto de la inteligencia artificial, especialmente la generativa, está empezando a tener un gran impacto en nuestro día a día.
En el primero, excepto en el caso de tener inquietudes personales, el efecto lo experimentamos de una forma reactiva, a medida que las marcas o los medios de comunicación lo van incorporando en sus procesos y comenzamos a notar cómo nuestras experiencias cotidianas se vuelven más personalizadas y eficientes.
Los algoritmos de recomendación nos sugieren productos, servicios y contenidos que se adaptan cada vez más a nuestros gustos y preferencias. Las redes sociales utilizan la IA para mostrarnos contenido relevante y publicidad dirigida, lo que puede ser beneficioso en términos de conveniencia, pero también plantea preocupaciones sobre la privacidad, la manipulación de la información y en otro aspecto que considero de la máxima relevancia, nos hace vivir en una especie de burbuja en la que solo oímos y vemos lo que está alineado con nuestros gustos o comportamientos, lo cual evidentemente, nos va eliminando perspectiva, contexto y pensamiento crítico.
En el ámbito profesional y empresarial, la IA Generativa ofrece oportunidades proactivas para mejorar la eficiencia y la innovación. Las empresas están comenzando a utilizar estas herramientas para optimizar sus operaciones, personalizar la experiencia del cliente y fomentar la creatividad en la solución de problemas.
La semana pasada tuve la ocasión de participar en el evento de uno de los líderes en la aplicación de la Inteligencia Artificial en los negocios y se confirmaron mis impresiones de que realmente estamos ante una verdadera revolución y, tanto las empresas que no lo aprovechen, como los profesionales que no se preocupen por estar al día en esta tendencia pronto estarán jugando en otra división.
Un caso en tiempo real
A continuación, comparto brevemente la experiencia, a partir un primer tema elegido: Novela histórica.
ChatGPT:
Crear un club de lectura puede ser una actividad muy enriquecedora y divertida en la que algunos pasos (ahorro la explicación que detalla de cada uno) son imprescindibles:
- Propósito y enfoque
- Normas o criterios / sistema elección de libros
- Reclutamiento y número de miembros
- Lugares de reunión
- Organización de las reuniones
- Comunicación continua que mantenga el entusiasmo
- Primer libro
- Actividades adicionales (p.e. reuniones con autores o mini fórum si el libro fue adaptado al cine)
Creo que tenemos información suficiente para un buen planteamiento, pero llegado a este punto, le pregunté por un nombre para nuestro club y su respuesta creo que la firmaría más de una agencia.
ChatGPT:
ECOS DE LA HISTORA
Y ya puestos, porque no pedirle también el logo.
ChatGPT:
Tiempo de ejecución, con un par de interactuaciones: 5 minutos.
No está mal.
Todo parece indicar que estamos en el umbral de una era en la que la inteligencia artificial no solo mejorará nuestras capacidades profesionales, sino que también enriquecerá nuestra experiencia humana de maneras que apenas estamos comenzando a entender. La clave, como venimos insistiendo, será asegurarnos de que estos avances se realicen de manera ética y responsable.
Os animo a compartir vuestras opiniones y experiencias.
Desde luego comparto contigo Adolfo, que estamos en un punto importante, por no decir «bestial», de la evolución tecnológica aplicada a los procesos e información. No obstante creo que efectivamente para la obtención de información «tipo consultor, por simplificar», como la de tu ejemplo, puede y debe hacerse con unas mínimas reglas de seguridad y gobierno en las empresas, sin embargo la ejecución de «tareas IA» dentro de un proceso empresarial, necesita estar pilotado dentro de un proyecto de empresa, con las metodologías más efectivas ya dentro de la empresa (Waterfall, Agile, Lean…).
Totalmente de acuerdo contigo Manuel, ese es el camino.