“Tenemos que preparar a los estudiantes (y a los profesionales) para su futuro, no para nuestro pasado”
Ian Jukes
Todos somos mucho más digitales en nuestra vida privada que en nuestra vida profesional. Esta es una frase comúnmente aceptada desde la llegada de los smartphones, pero que hasta ahora no ha servido para que las organizaciones utilicen esa digitalización personal en su beneficio.
El reto de la transformación digital
También es relevante que no todos los nuevos gigantes digitales nacen ya así. por ejemplo, Netflix empezó su modelo de negocio siendo un videoclub físico y ahora es uno de los principales proveedores de contenido audiovisual en streaming en el mundo, aunque su venta de películas sigue generándole grandes beneficios económicos.
La necesaria transformación digital de las empresas hace mucho tiempo que está en boca de todos, lo que provoca un incremento en el número de compañías que se suman al carro de la digitalización, y más aún con la llegada del kit digital para pymes. Particularmente para ellas, la implementación tecnológica no supone un cambio completo de su modelo de negocio, sino una inversión en nuevas oportunidades que ayuden a mejorar las posibilidades de la organización.
De hecho, un estudio de la consultora Roland Berger, ‘España 4.0 El reto de la transformación digital de la economía’, señalaba ya hace unos años que en 2025 la transformación digital podría implicar un incremento de 120.000 millones de euros sobre el valor añadido bruto en España. Este informe destaca que las empresas que optimicen su negocio mejorarán sus resultados económicos y lograrán reducir sus costes hasta un 20% en producción (robótica, mejora de eficiencia del equipo o flexibilidad del empleado), mantenimiento, logística (sistemas automatizados) y calidad (testeo en tiempo real). Además, y según el mismo estudio, el inventario digital reducirá los gastos hasta en un 50%.
¿Apostar o no por la transformación digital en tu empresa? Las previsiones indican que cada vez surgirán más innovaciones tecnológicas, por lo que la inversión en mejorar y adaptar el modelo de negocio no sería una inversión errónea, sino todo lo contrario. De hecho, según datos del principal proveedor mundial de inteligencia del mercado, IDC (International Data Corporation), ya en 2022 al menos el 40% del PIB europeo estará digitalizado.
Formación digital
Sin embargo, la formación digital entre los empleados españoles está por debajo de la media europea, ocupando el puesto 96 mundial, según un informe del Fondo Monetario Internacional. La formación es una asignatura pendiente en nuestro país que, paradójicamente, es clave para evitar posibles reticencias del personal. Además, es obvio que para que los proyectos innovadores de las empresas calen no es suficiente con tener un departamento de innovación muy activo. La organización debe inyectar en su ADN una cultura digital que sirva de caldo de cultivo para que esa innovación pueda crecer dentro de su modelo de negocio.
La formación es una asignatura pendiente en nuestro país que, paradójicamente, es clave para evitar posibles reticencias del personal Share on XComo consecuencia de la falta de educación digital, entre otros problemas, muy pocas empresas nacionales utilizan procesos digitales avanzados en sus gestiones. De hecho, solo el 35% de las compañías analizadas por Roland Berger, en el análisis anteriormente citado, cuenta con el software ERP (Enterprise Resource Planning), que es un sistema de gestión de información que automatiza operaciones internas de la organización, como producción, distribución o, incluso, recursos humanos. Además, entre otras conclusiones del estudio, solo el 27% de las empresas usa el CRM, que es una buena solución para gestionar las relaciones con clientes en tres áreas básicas: comercial, marketing y postventa o atención al cliente.
Mucho más que beneficios económicos
Pero la transformación digital no se mide solamente por los beneficios económicos que obtiene la cuenta de resultados a cierre de ejercicio. Debería ayudar también, y de una manera considerable, a reforzar el bienestar y la satisfacción de los empleados, así como su productividad. De la misma forma, la digitalización mejoraría la conciliación de la vida personal/profesional, lo que se traduciría en un aumento del compromiso de los trabajadores.
Van quedando pocas excusas para no hacer formación en cultura digital en las pymes de nuestro país.
Pablo Nadal
Director General del Observatorio Netexplo España