“Estamos a punto de cruzar un umbral crítico en la historia de nuestra especie. Todo lo que conocemos va a cambiar”
Mustafa Suleyman

Una de mis lecturas del verano ha sido La ola que viene de Mustafa Suleyman y Michael Bhaskar.

Un libro muy interesante que te hace reflexionar sobre el futuro que viene y en el que desarrolla algunos aspectos decisivos sobre los que resultaría imprescindible actuar y que no deberíamos dejar al libre albedrío.

«La ola que viene» explora el impacto inminente de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial, la biotecnología y la computación cuántica en la sociedad. Suleyman, uno de los fundadores de DeepMind, plantea que estamos en la cúspide de una transformación masiva que cambiará todos los aspectos de la vida humana.

El trabajo describe cómo estas tecnologías, impulsadas por poderosos incentivos económicos y estratégicos, tendrán el potencial de resolver problemas globales, pero también traerán consigo enormes riesgos, como la concentración de poder y la amenaza de vigilancia masiva. El autor enfatiza que la humanidad no está preparada para los efectos secundarios de esta «ola» de innovación tecnológica, como las armas autónomas o la manipulación genética.

Como resultado, los alimentos, la medicina, los materiales, los procesos de fabricación, los bienes de consumo y hasta los seres humanos se transformarán y se reimaginarán.

La obra se presenta como una advertencia sobre el desafío de equilibrar los beneficios de estos avances con las preocupaciones éticas, de privacidad y de control democrático. Se invita a la reflexión sobre cómo navegar entre el progreso tecnológico y el riesgo de distopía social​.

Cuatro rasgos de la ola que viene

La ola que viene se caracteriza por un conjunto de cuatro rasgos:

1. La asimetría: una colosal transferencia de poder

La nueva ola de tecnología ha desbloqueado poderosas capacidades que son baratas, de fácil acceso y uso, escalables y orientadas a un objetivo concreto, algo que sin duda conlleva riesgos.

En concreto en el ámbito de la seguridad, estos avances representan una colosal transferencia de poder de los estados y ejércitos tradicionales a cualquiera que tenga la capacidad y la motivación para desplegar en su beneficio estas tecnologías.


2. Hiperevolución: la aceleración infinita

En el ámbito normativo, como no puede ser de otra forma, siempre ha habido un cierto retraso con respecto a la innovación, pero aun así, se han ido pudiendo poner las normas al día. Sin embargo, con el ritmo de cambios de la ola que viene, eso ahora parece improbable.

3. La omnicanalidad: más es más

Un término apropiado para la ola que viene es “omnicanalidad”, un concepto que capta los niveles de generalidad y la extrema versatilidad que representa la combinación de estas tecnologías. Este tipo de tecnologías, como el vapor o la electricidad, tienen efectos más amplios que tecnologías más limitadas.

Con todo, la idea de que una nueva tecnología se adapte a múltiples usos no es nueva. Herramientas tan sencillas como un cuchillo pueden cortar cebollas o desencadenar una perturbadora matanza. Lo que distingue la nueva ola es la rapidez con la que se está implantando, su difusión mundial, la facilidad con la que se puede dividir en componentes intercambiables y los potentes, y sobre todo, amplias que pueden llegar a ser sus aplicaciones, lo que combinado con su accesibilidad lo convierte en un impresionante riesgo.

4. Autonomía y mas allá: ¿Estarán los humos al corriente?

A lo largo de la historia, la tecnología ha sido solo una herramienta, pero ¿y si la herramienta cobra vida?

La nueva ola de autonomía anuncia un mundo en el que esa intervención y supervisión constantes son cada vez más innecesarias. Es más, con cada interacción estamos enseñando a las máquinas a ser autónomas con más éxito.

Hoy, proporcionando un objetivo especificado con claridad, tenemos sistemas que pueden encontrar sus propias estrategias para ser más eficaces.

Las nuevas formas de autonomía tienen el potencial de producir una serie de efectos novedosos y difíciles de predecir.

Parece que los humanos nos enfrentamos a un reto extraordinario: ¿estarán los nuevos inventos fuera de nuestro alcance?

Una de las reflexiones del libro, que me sirve como punto final de este brevísimo resumen y que os dejo para el debate es:

“Los humanos dominados nuestro entorno gracias a nuestra inteligencia. Por tanto, una entidad más inteligente podría dominarnos”

¿Qué os parece?

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