“Todos debemos buscar la excelencia, sea cual sea nuestra actividad, nuestra posición y nuestra tarea. Perseguir la excelencia es la única manera de sentirse orgulloso”

Tom Peters

No nos despistemos, la excelencia sigue siendo prioritaria en la gestión, en la experiencia de los clientes, en el desarrollo del talento, en las relaciones con los accionistas o en la actitud hacia los objetivos de sostenibilidad.

Una distracción que se puede estar produciendo en las organizaciones es la provocada por la obsesión por los cambios que está impulsando la disrupción digital, olvidándonos de lo importante y prioritario tanto de las estrategias y como de los… Share on X

Por eso, quizás sea un buen momento para dar un repaso rápido a los 8 principios de las empresas excelentes definidos por Tom Peter:

1. Orientación a la acción

  • Empresas siempre preparadas para actuar, una actitud especialmente importante en tiempos de disrupción y cambios continuos como los actuales.
  • Dispuestas a experimentar (¿es posible hoy no experimentar?), a probar e incluso equivocarse.
  • Aprovechan las nuevas tecnologías para simplificar sus procesos y operaciones, desarrollando planes de acción simples con objetivos muy definidos.
  • La agilidad es un elemento clave en su modelo organizativo.

2. Cercanía con el cliente

  • Transmiten a sus empleados la obsesión por el cliente. El cliente es lo primero.
  • El objetivo es que el cliente confíe en la marca para desarrollar relaciones a largo plazo.
  • Escuchan realmente las opiniones y necesidades del cliente y están dispuestos a co-crear con ellos.
  • Ayudan al cliente en su proceso de digitalización. Aspecto muy relevante en algunos sectores (p.e. Banca y Seguros).

No nos olvidemos de este sencillo e inspirador gráfico.

excelencia empleados clientes

3. Fomenta la autonomía e iniciativa en los empleados

  • Animan a los empleados a proponer nuevas ideas y les facilitan los medios y el tiempo necesarios para desarrollarlos.
  • Cuentan con grupos de investigación descentralizados y autónomos, cuyo objetivo es aportar tendencias.
  • Como cultura, promueven que la innovación surja en cualquier punto de la organización.
  • Se recompensan tanto los éxitos como las iniciativas. Considerando el fracaso como una parte del proceso innovador y de aprendizaje.

4. Productividad desde las personas

  • Trato excelente con las personas, lo cual implica un trato digno, respetuoso e inclusivo.
  • Combaten cualquier tipo de discriminación (género, cultura, edad, etc.)
  • Confianza en los trabajadores, pero también son contundentes con las resistencias injustificadas a los cambios.
  • El desarrollo de las personas es un aspecto muy relevante en: estrategia, presupuesto y dedicación directiva.
  • La meritocracia es su modelo de gestión.

5. Orientación a los valores

  • No puedo estar más de acuerdo con la idea de que los valores son útiles y rentables, pero inútiles y molestos para los malos directivos.
  • Las empresas excelentes poseen un conjunto de valores bien definido que integran su cultura y que son reflejo de su forma de actuar y relacionarse en todos los ámbitos.
  • La comunicación y adopción por parte de todo el equipo es un elemento prioritario que cuidan y siguen especialmente.

6. Fidelidad a su negocio central … sin descuidar nuevas oportunidades

  • Tradicionalmente, permanecer fiel a la competencia principal (core del negocio) ha resultado más eficaz que implantar la diversificación como política principal.
  • No obstante, son empresas flexibles e innovadoras atentas a las tendencias y oportunidades del mercado.
  • Hoy otra cosa te irá alejando de la excelencia, por muy bueno que seas en lo “tuyo”.

7. Estructura simple y staff reducido

  • Un negocio complejo no se tiene que gestionar (ni se gestiona) con una estructura compleja y una plantilla desmesurada.
  • La adopción de principios ágiles, que incorporan con éxito son parte de su modelo organizativo.
Las empresas excelentes son empresas en las que los líderes marcan el camino y animan y facilitan la acción. Share on X

8. Dirección central con libertad individual

  • La dirección central se combina con una amplia concesión a la autonomía individual de todo el personal, incluido el no directivo.
  • La confianza es uno de sus signos diferenciales.
  • Los comités, realizan su labor de control, pero con una oreintación de que las cosas ocurran.
  • Por lo tanto, los componentes del equipo directivo son facilitadores de la ejecución de los proyectos.
  • Se establecen métricas que permiten monitorizar los resultados sin tener una intervención constante en la actividad.
  • Los negocios tienen amplio poder de decisión.

Tom Peters, compartió estos ocho, pero seguro que no le importaría que les agregáramos alguno.

¿Te animas?

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