“Ningún hombre que quiera hacerlo todo solo o llevarse todo el mérito, será un buen líder”.
Andrew Carnegie

Las instituciones inclusivas acaban generando prosperidad y riqueza mientras que las extractivas acaban generando estancamiento y pobreza.

Por qué fracasan los países… por qué fracasan las empresas

Ha caído en mis manos, recomendado por un amigo, el libro “Por qué fracasan los países” de Daron Acemoğlu y James A. Robinson. Los autores concluyen que las instituciones y políticas que éstas desarrollan, pueden llegar a marcar el estancamiento de un país, si son extractivas o su desarrollo, si son inclusivas.

Según iban avanzando en su lectura no podía evitar la comparativa del mundo político con el mundo empresarial, especialmente en tiempos de cambios profundos como los actuales en los que la toma de decisiones estratégicas son una evidente prioridad. En ambos casos la clave está en sus líderes y en los modelos de gestión y gobierno que definen y desarrollan. Así podemos diferenciar entre líderes extractivos y líderes inclusivos.

Líderes extractivos vs líderes inclusivos

Centrándonos en el ámbito empresarial, seguro que todos conocemos líderes de ambos perfiles. Los líderes extractivos son personas autoritarias, con escasa delegación, acaparadoras de todos los méritos de los equipos y en los que la palabra “error” no forma parte de su vocabulario.

El resultado de estas actuaciones desemboca, en empresas extractivas en las que el miedo, la falta de confianza, el statu quo y el “peloteo” son parte de su cultura. Empresas que tarde o temprano están abocadas al fracaso porque consecuentemente esta cultura se traslada al mercado y a los clientes.

Por el contrario, encontramos otros profesionales “inclusivos” que delegan, generan equipo y comparten el éxito. Las empresas inclusivas son organizaciones dinámicas, innovadoras, con equipos empoderados y en las que la meritocracia es el modelo de desarrollo profesional.

Las características del líder inclusivo

En mi experiencia he tenido ocasión de cruzarme con líderes de ambos perfiles y me ha parecido interesante compartir en el blog las características que, en mi opinión, son esenciales en esos líderes inclusivos que verdaderamente aportan valor a la organización y a sus equipos:

Humildad

Son personas que admiten sus errores, aceptan y aprenden de las críticas y de los distintos puntos de vista. Buscan las contribuciones de otros para superar sus limitaciones. Son conscientes del camino que les resta por recorrer.

Compromiso

Tanto con la compañía como con su equipo, demuestra confianza en las personas y les ayuda en su desarrollo profesional. Pone a un lado sus intereses personales para lograr lo que se necesita como grupo. Están comprometidos con la inclusión y la diversidad porque son objetivos alineados con sus valores personales.

Orientación al cliente

¡Obvio! Pero no tanto, ¿conocéis algún ejecutivo “extractivo” que pone sus intereses por encima de cualquier otra prioridad? Seguro que sí. En cambio, el líder inclusivo sitúa al cliente y al negocio de la compañía en el centro de su actividad y objetivos, porque trabaja para la empresa no para él.

Colaboración

Los líderes altamente inclusivos empoderan a los individuos para que se conecten entre ellos y creen equipo. Comprenden que las personas colaboran más cuando se sienten seguras y sus opiniones son valoradas.

Promoción de una cultura de aprendizaje, mejora e innovación

No hay ninguna duda que las compañías que consiguen instalar en su ADN una cultura de aprendizaje continuo, mejora e innovación son organizaciones más motivadas en las que los cambios se adoptan con mayor facilidad y los proyectos fluyen con agilidad. Crear este hábito en el equipo significa una ventaja competitiva que se traslada al mercado en términos de ilusión y compromiso por seguir mejorando y avanzando en la experiencia de sus clientes.

Integración (Inclusividad)

Es un integrador en sentido amplio, especialmente importante en momentos de cambio como los actuales. Es muy sencillo, es el profesional que trata a las personas y grupos de manera justa, basándose en sus características únicas y no en prejuicios y estereotipos.

Desarrolla mente de principiante

Es curioso, tiene una mentalidad abierta y un deseo de comprender cómo otros ven y experimentan el mundo. Es consciente de que vive en un mundo de cambios constantes en el que la ambigüedad y el aprendizaje continuo son elementos clave.

Conclusión

Seguro que tener líderes extractivos no es el único factor del fracaso de las empresas, pero si uno de los más determinantes. Por ello, es importante que las organizaciones desarrollen líderes inclusivos que trabajen en y para el equipo y expulsen a los extractivos “prepotentes” y acaparadores del éxito personal y seguramente, a medio plazo, responsables del fracaso de la empresa.

Os animo desde la visión de cliente o consumidor a realizar una rápida clasificación de empresas que identifiquéis como extractivas o inclusivas. ¿La compartís para debate?

Compartir

4 comentarios de “Por qué fracasan las empresas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *