“De qué sirven las emociones si no se pueden compartir”.

Anna Gavalda

¡Post 50! Un número muy redondo que ha coincido con la nominación del blog a los premios Blogosfera Marketing 2018.

Hace un año que empecé la andadura del blog como fórmula para mantener actualizadas las ideas y contenido de “Digitalízate o desaparece” y la realidad es que se ha convertido en un estupendo compañero de viaje de esta nueva etapa que emprendí hace unos meses.

Un compañero que actúa de nexo de unión con vosotros facilitando la participación y el debate con los comentarios que cada semana enriquecen los contenidos iniciales y que me permite estar permanentemente actualizado para la impartición de clases y conferencias.

En este contexto del blog me ha parecido interesante dedicar el post a reflexionar sobre un valor importante en todos los tiempos, pero que hoy ha adquirido una nueva dimensión: compartir.

Todos estaremos de acuerdo que, a nivel personal, desarrollar el hábito de compartir genera indiscutibles beneficios:

  • Te “obliga” a estar permanente actualizado para realmente aportar valor en las ideas o reflexiones que compartes.
  • Amplía horizontes con otros puntos de vista que van surgiendo al hilo de las ideas compartidas.
  • Fomenta la proactividad, la colaboración y la transparencia.
  • Traslada a la comunidad las experiencias vividas ayudando a avanzar con más rapidez tanto con nuevos conceptos experimentados como en la identificación de errores cometidos.
  • Promueve la creatividad al irse enriqueciendo la idea inicial con nuevas aportaciones y reflexiones.
  • Amplía tu red de contactos, visibilidad y oportunidades.
  • Refuerza la confianza y el espíritu social.

Por lo que respecta al ámbito empresarial el potencial es enorme y las organizaciones que lo tienen incorporado como uno de sus valores y han generado realmente una dinámica de compartir entre sus equipos y profesionales son empresas que están marcando la diferencia en el mercado, en la atracción del talento y por lo tanto en resultados.

Porque promover la transferencia de conocimiento dentro de la organización solo tiene aspectos positivos: mejora la eficiencia y la productividad, elimina la repetición de trabajos, fomenta la creatividad y la innovación, atrae al talento, etc.

En un mundo abierto, digital y colaborativo como el actual, resulta más determinante que nunca erradicar las viejas y obsoletas prácticas de entender la información como un activo “secreto” y personal, que se tiene miedo a compartir por la pérdida de poder que ello puede suponer.

Realmente tendríamos que evolucionar del conocido “la información es poder” al “compartir aporta valor”, un planeamiento mucho más abierto e inteligente.

En ámbitos como la innovación, compartir éxitos y fracasos es, seguramente, el factor más relevante del proceso, porque compartir la experimentación es un principio asociado a la innovación y al progreso.

Hoy compartir en cualquier ámbito, resulta tremendamente fácil, sencillo y accesible, por lo que, una vez más, la actitud se convierte en el factor determinante y como dice el conocido proverbio africano “si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado” y compartir de manera generosa es la mejor forma de viajar acompañado y descubrir nuevos horizontes.

Finalizando con el blog y en la continua inquietud por aprender y mejorar (ya sabéis con mente de principiante), os animo a enviarme vuestros comentarios sobre temas que os gustaría que se incluyeran o indicarme aspectos que creáis que debería mejorar para hacerlo más atractivo y participativo.

A continuación, os enlazo los posts que han tenido más comentarios por vuestra parte:

Compartir

2 comentarios de “El hábito de compartir

  1. Ricardo Rodríguez dice:

    Hola Adolfo, aunque nos hemos visto en alguna ocasión (yo también estuve en el Banco unos añitos -26, nada más-),seguramente no me recuerdes porque hemos coincidido poco, no obstante, sigo tus posts y creo que das en el clavo cuando tratas cuestiones relativas a «cómo» se hacen las cosas. Las organizaciones se beneficiarían muchísimos más si sus colaboradores fuesen personas con valores (quizás suene un tanto Naif), con mayúsculas: solidaridad, compromiso, generosidad, etc. son grandes palabras que se aplican muy poco. te animo a que desarrolles este tipo de actitudes como parte de los grandes beneficios de las organizaciones que se consideren maduras de verdad. Aquí me tienes para lo que necesites. un abrazo,

    • Adolfo Ramirez dice:

      Ricardo gracias por tu participación, sin lugar a duda son valores a desarrollar y las organizaciones que como tu dices los consideren naif, seguramente sean empresas sin un gran futuro.

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