“El secreto del cambio es enfocar toda tu energía, no en la lucha contra lo viejo, sino en la construcción de lo nuevo”
Sócrates
Colaboración de José Cabrera. CEO Cabrera Management Consulting
Parece que todos tenemos muy clara la necesidad de Transformación Digital en las empresas. Sin embargo, a nivel individual, son muchas las personas que intentan sobrevivir a los cambios al abrigo de su zona de confort, sin darse cuenta de que muchas de las funciones y tareas de coordinación y gestión que llevan desempeñando durante muchos años están condenadas a desaparecer, y que sus competencias profesionales van quedando desfasadas mientras el entorno cambia a un ritmo acelerado.
Cuando hablamos de zona de confort, desde la perspectiva profesional, nos referimos a esa posición en el organigrama que llevamos ocupando desde hace muchos años y en la que nos sentimos seguros, cómodos y protegidos. El problema está en que, para interactuar con la nueva realidad, desarrollarnos profesionalmente y crear una nueva perspectiva que haga posible una nueva realidad en nuestras vidas debemos salir de la zona de confort, lo que supone asumir el riesgo de cambiar lo conocido por lo desconocido. Pero… y si es cierto que la opción más arriesgada no es el cambio, sino permanecer en la zona de confort, ¿te atreverías a salir de esta zona para explorar las enormes oportunidades que te brinda un nuevo mundo en el que está todo por hacer?
Se trata de pasar de gestionar lo conocido a explorar lo desconocido y dejar de ser víctimas y convertirnos en verdaderos protagonistas de nuestro futuro, centrándonos en aquello que da significado a nuestras vidas y es importante para nosotros. Debemos asumir riesgos inteligentes cuando otros optan por la seguridad, moviendo recursos del pasado al futuro y aprendiendo de nuestros errores, transformando las contingencias que encontramos en el camino en oportunidades futuras.
¿Por dónde empezar?
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- Empieza con tu agenda personal. Si no tienes una agenda personal, es altamente probable que formes parte de la agenda de otro. Por eso, se trata de que establezcas un plan de acción para transformarte y para introducir alguna práctica nueva en tu vida y dar esos primeros pasos fuera de tu zona de confort. Será prácticamente imposible que entiendas la nueva realidad si permaneces absorto en tu rutina de siempre. La idea es que, al menos durante unas horas, consigas salir del correo y de las exigencias del “día a día” para explorar la nueva realidad y desarrollar las nuevas habilidades necesarias para abordar con éxito el futuro. Se trata de crear el tiempo que necesitas para explorar las enormes posibilidades de la era de la colaboración.
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- Asume riesgos inteligentes, arriesga lo que puedes asumir. Los riesgos suelen ser el mayor impedimento que tenemos para salir de nuestra zona de confort y ponernos en acción. A todos nos cuesta tomar decisiones donde el riesgo supera un cierto umbral de disconfort, pero créeme, en la situación actual el mayor riesgo es no hacer nada. Supera el miedo a fallar y a cometer errores, asume el riesgo que sea asequible para ti y no lo conviertas en una cuestión de todo o nada.
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- Sé un rebelde de la gestión. No es necesario estar de acuerdo con todo el mundo todo el tiempo. Desafía el status quo, cuestiona las viejas formas de trabajar que sólo tenían sentido en el pasado y que surgieron para resolver problemas que ya no son relevantes para la organización.
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- Conecta con la inteligencia colectiva. Aprende el nuevo lenguaje de la colaboración con el mismo ahínco con el que aprendiste inglés para asegurarte un futuro en cualquier multinacional. Construye alianzas reales y duraderas, rodéate de amigos y colaboradores positivos e innovadores y evita los “passion killers” que consumen tu energía. Participa activamente en los blogs y redes sociales más relevantes para tu profesión o sector y, cuando consideres que ha llegado la hora, publica el tuyo propio y crea tu propia marca personal para darte a conocer y establecer tu red de contactos.
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- Aprende a desaprender y a reaprender. Desaprender es fundamental para ver la realidad actual desde una perspectiva diferente, para ser receptivo a los cambios y hacer las cosas de una manera fresca y nueva. Es fundamental que abandones los hábitos y métodos que te han servido en el pasado porque son una carga para abordar el futuro.
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- Lanza tus botes salvavidas. Emprende pequeñas iniciativas de innovación personal que te permitan transformar, poco a poco, las estructuras y los procesos que ahora rigen tu vida diaria y la de tu organización. Se trata, en definitiva, de que crees el entorno y hagas posible que ocurra algo extraordinario a tu alrededor; algo que te abra las puertas a nuevas posibilidades que están ahí, pero que difícilmente podrás ver si no cambias tu rutina diaria y abandonas tu zona de confort.
Se trata, pues, de innovar para vivir una vida más rica, una vida que nos permitirá desarrollar todo nuestro potencial como personas. A diferencia de la zona de confort, la zona de innovación personal es una “actitud especial” que se revela en todas nuestras acciones: un compromiso con ser cada día mejores en todo lo que hacemos; la capacidad de vernos no por lo que somos hoy, sino por lo que podemos llegar a ser; una manera de abordar el futuro con todo nuestro potencial; la curiosidad y la apertura de miras necesarias para interactuar con el mundo exterior, sin miedo a equivocarnos y conscientes de que aprendemos de nuestros errores y que sólo explorando lo desconocido podemos encontrar nuevas perspectivas y descubrir nuevas realidades que nos ayudarán a lograr un cambio profundo en nosotros mismos y en nuestras vidas. ¿Te atreves?
José Cabrera
CEO Cabrera Management Consulting
El secreto del cambio es que el cambio sea lo primero, y no solo para ti sino también para tu entorno.
Todos, de una forma más o menos acertada evolucionamos y en algunos casos hasta cambiamos. Lo realmente interesante es identificar las motivaciones que nos llevan a ese progreso. En realidad no son otras más que adaptarnos a nuestro entorno. Por ello yo más que transformación digital, lo llamaría adaptación digital.
Que tiene que pasar para que esa adaptación comience en uno mismo? Tan sencillo como apreciar que te quedas descolgado de tu entorno, tan sencillo como ver que te pierdes cosas que te mejorarían la vida (personal y profesional), tan sencillo como que en tu empresa te felicitaran por ello.
Pero hay muchos más «tan sencillo» y cada uno debe buscar los suyos.
Querer, entender, mejorar, crecer, ….!
La clave es uno mismo. Querer cambiar y dar pasos para iniciar ese cambio. Hoy más que nunca, nuestro mayor riesgo es no cambiar, no darse cuenta de la necesidad de evolucionar y adaptarse a un entorno cada vez más cambiante
¿Que te pierdes cuando no cambias, cuando no evolucionas? Esa es la cuestión.
Todos los obstáculos y dificultades que nos encontramos por el camino son oportunidades para el cambio. Solo hay que querer verlo. Ese es el primer paso.
Es verdad, pero muchas veces aparece el miedo a lo desconocido y puede mas la zona de confort. ¡vencer ese miedo es un reto irrenunciable.
[…] también creo estar en lo cierto al pensar que su inclusión efectiva en las estrategias de transformación de las compañías no es tan frecuente, y que si nos movemos al ámbito de la ejecución, sus resultados dejan […]