“Es propio de hombres de cabezas medianas embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza”

Antonio Machado

Un hábito que me acompaña desde hace años, me imagino que como a muchos de vosotros, es echar un par de libros en la mochila para aprovechar los viajes en tren o avión.

Esta semana, organizando mi participación en el Foro Excelencia Empresarial Aragón 2022, una magnifica iniciativa promovida por el Instituto Aragonés de Fomento, me “reclamó” su atención desde la librería, “El poder de lo simple” de Jack Trout y Steve Rivkin, un libro que leí hace tiempo y que recuerdo me inspiro más de una vez en mi época de director de organización y procesos.

Ha sido gratificante volver a encontrarme algunos conceptos que considero atemporales y no he podido resistir la tentación de compartirlos, agrupándolos en algunas de las dimensiones que desarrollan los autores:

El lenguaje complejo

“Los directivos inseguros crean la complejidad. Los directivos asustados y nerviosos utilizan libros de planificación muy gruesos y complicados, y diapositivas llenas de todo lo que han aprendido desde la infancia. En cambio, los líderes de verdad no necesitan confundir”

Pero no es fácil. Es increíble lo difícil que es ser simple para la gente; cuánto miedo le da ser sencilla. Les preocupa el hecho de que si son simples, los demás pueden pensar que son tontos. Las grandes ideas casi siempre se expresan con palabras simples. Clic para tuitear

La información

“Ser sabio es el arte de saber qué hay que pasar por alto” William James

Los datos son la energía de la era digital, pero se pueden convertir (en muchos casos ya está ocurriendo) en una debilidad si el único objetivo es incrementar su volumen, sin una estrategia bien definida para su utilización.

Está demostrado que la forma más eficaz de aprovechar esta “energía” es mediante la formulación de preguntas sencillas que se conviertan en potentes casos de uso.

Un consejo con una acertada consecuencia: responder siempre de una forma breve y directa … no conviene incluir más ruido que señal.

Los competidores

“Si conoces al enemigo y te conoces a ti mismo, no tienes por qué temer el resultado de cien batallas.
Si no conoces al enemigo, pero te conoces a ti mismo, tienes las mismas posibilidades de ganar que de perder.
Si no conoces al enemigo ni te conoces a ti mismo, todos sus combates se contarán por derrotas”. Sun Tzu

Por lo tanto, con los competidores la estrategia parece muy sencilla:

  • Conoce a tu competidor
  • Evita sus fortalezas
  • Explota sus debilidades

La estrategia

Para diferenciarse se requieren tres pasos:

  1. Tener una idea sencilla que nos separe de la competencia
  2. Contar con el producto y capacidades que haga este concepto real y creíble
  3. Construir un plan para que nuestros clientes (y empleados) sean conscientes de esta diferencia.

Así de simple.

Organización

No hay duda que una buena (sencilla) organización inspira la conducta estratégica correcta.

En este ámbito y en el contexto del proceso de transformación, sigo apostando por realizar un ejercicio “Organización base cero” y diseñar de nuevo la estructura organizativa. ¡Qué mejor dimensión que la organizativa para “desaprender” y eliminar todos los vicios y parches que se han ido, concienzudamente, incorporando a lo largo del tiempo!

La agilidad se ha convertido en un factor diferencial en la nueva economía y ésta solo puede conseguirse con unos procesos y estructuras sencillas.

Procesos

No aparecen específicamente entre las dimensiones del libro al que he hecho referencia, pero por su interés en un artículo que habla sobre simplificación me parece imprescindible incluirlo.

En ningún momento hemos dispuesto de tantas herramientas para simplificar los procesos y posiblemente también en ningún momento haya sido tan sencillo equivocarnos y confundir automatización con simplificación.

Automatizar procesos complejos u obsoletos es un error habitual que muchas organizaciones cometen, llevadas por la fiebre de la digitalización pensando que simplemente incorporando nuevas tecnologías, sin realizar ningún ejercicio de rediseño, es suficiente para mejorar la experiencia de los clientes, la eficiencia o, en general, los resultados.

Te animo comentar el post y compartir alguna de las muchas frases que a lo largo del tiempo han puesto en valor lo sencillo.

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2 comentarios de “El poder de lo simple

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